«tributando» al integrante del «Escuadrón de la muerte y torturador serial, inspector Víctor Castiglioni».
Fuente diario la republica
Días atrás la colocación de una placa que nombraba a la sala de actos del Ministerio del Interior (MI) como el ex inspector y director de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), Víctor Castiglioni, desató polémica. La sala, según distintos políticos, militantes y artistas que conocieron personalmente los procedimientos del inspector, llevaba el nombre de un torturador.
De esta manera, y tras algunas declaraciones del director de Policía, Diego Fernández, al Observador, quien dijo que la colocación de la placa era «un mensaje de reconocimiento a al fundador y primer director» de las inmediaciones, varios presos políticos decidieron agruparse y denunciar los hechos al INDDHH. «Un grupo de ex presas y ex presos políticos presentará una denuncia al INDDHH ante el homenaje que el Ministerio del Interior le tributa al integrante del escuadrón de la muerte y torturador serial Victor Castiglioni», se indica en el comunicado.
Años atrás la placa fue removida por decisión de la ex ministra del Interior, Days Tourné, pero por circunstancias que aún no han sido aclaradas la placa volvió a ser colocada. Castiglioni se desempeñó como director de la DNII hasta 1982 y en el auge de su carrera utilizó las instalaciones del edificio, que hoy lo homenajea, como centro de torturas.
Tras el renombramiento de la sala, el ex diputado Daoiz Uriarte, sostuvo en su cuenta de Twitter que fue «victima de torturas bajo la dirección de inteligencia de Victor Castiglioni durante la dictadura y bajo su orden. Fue parte del golpe de estado y las violaciones a los DDHH. Una placa en su memoria es una afrenta a la democracia y a las instituciones». Pese a que esta no fue la única declaración al respecto, el actual director de Policía sostuvo que la colocación de la placa fue «un acto de justicia profesional» y justificó su postura al afirmar que «no fue en contra de Guarteche, ni a favor de si Castiglioni torturó o no a alguien -algo que yo desconozco completamente-, ni a favor de la dictadura, ni tiene ninguna connotación política”.
“Yo no digo que Castiglioni no haya hecho nada indebido, nada más lejos de mí. Pero si el edificio de la Policía no tiene cimientos sólidos, no va a crecer. Y Castiglioni, con sus claroscuros, fue un referente de una época”, continuó Fernández.
La inteligencia policial en dictadura utilizó la sede, ubicada en la esquina de Maldonado y Paraguay, para la represión política, sindical, estudiantil, cultural y social, allí pasaron unos 300 mil uruguayos.
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